Le saco el polvo a esta entrada del blog porque la semana pasada taché de mi lista de cosas por hacer un pequeño escollo y se viene el número 1 de mi #bucketlist.
Desde que tengo memoria, mi lugar en el mundo es un lugar al que, físicamente, nunca fui pero donde he estado tantas veces... ¡¡¡Nueva York!!!
Y por fin hice los trámites para obtener la visa y por fin la visa está viajando hacia mi ciudad y llega mañana (o pasado mañana, por merced de los paros o del clima).
No sé cómo serán los consulados de EEUU en sus países o cómo serán los trámites, pero en Argentina no se puede ingresar a la Embajada con nada más que el pasaporte, los papeles necesarios y una sonrisa.
Y esa era mi mayor preocupación. Porque todo el proceso dura 1:30hs y, muchas veces, si no todas las veces, diabetes y emociones ¡¡¡se mezclan como se les ocurra!!!
¿Qué aprendí de mi primera incursión en el consulado?
- Desayunar bien y usar menos insulina de la necesaria.
- Llevar un par de caramelos en el bolsillo y no mostrárselos a los guardias porque se pierde valioso tiempo explicando que alguien con diabetes puede comer caramelos y que durante una hipoglucemia SERÍA CONVENIENTE hacerlo. Pero no podía demostrar una hipoglucemia porque no me permitieron el ingreso del glucómetro...
- Desayunar bien y usar menos insulina de la necesaria.
- Llevar un par de caramelos en el bolsillo y no mostrárselos a los guardias porque se pierde valioso tiempo explicando que alguien con diabetes puede comer caramelos y que durante una hipoglucemia SERÍA CONVENIENTE hacerlo. Pero no podía demostrar una hipoglucemia porque no me permitieron el ingreso del glucómetro...
Hay batallas que se ganan cuando no se pelean.
En cuanto le dije que le dejaba los caramelos pero que si me sentía mal iba a requerir ayuda, le sacó el envoltorio a uno y me lo dio... El caramelo llegó de regreso al hotel.
Alguien dirá que es un atropello o discriminación o todo lo contrario o que son las reglas del juego. Para mí fue una prueba que tenía que pasar y la pasé. Analicé la situación, hice cuentas, calculé riesgos y allá fui. Aclaro que este fue mi plan B.
Porque en la vida, y en la vida con diabetes, siempre habrá desafíos y siempre tendremos la posibilidad de elegir cómo encararlos. Y siempre tendremos la opción de quedarnos sentados y solo respirar. En mi caso, ya tendré tiempo de estar sentada durante las horas que dure el vuelo a NYC!!!
Comiencen a esparcir la noticia,
Hoy me voy.
Quiero ser parte de ella,
New York, New York.
Estos zapatos de vagabundo
Extrañan caminar
Justo por el corazón de ella,
New York, New York.
Hoy me voy.
Quiero ser parte de ella,
New York, New York.
Estos zapatos de vagabundo
Extrañan caminar
Justo por el corazón de ella,
New York, New York.
Sweet at last!!!
