Hace poco más de un año les contaba de mi salida de vacaciones 2014, Con diabetes, la aventura empieza un rato antes!!! y nuevamente estoy en la gatera para tomarme unos días de descanso, pero modelo 2015.
El año pasado anduve dando algunas vueltas por España, Francia y Reino Unido y ahora me toca pasear por mi lado del charco. El destino elegido, Ecuador y Galápagos.
Como compartía en la entrada a la que hago referencia, con diabetes tenemos que planificar antes. Y durante y después. Tampoco al punto de que te paralice, pero tener algunas precauciones y hacer algunas cosillas para que el paseo se disfrute por los cuatro costados.
No me gustan los destinos tropicales, siempre he sido persona del fresco/frío y ahora, cuando tengo que cargar insulinas conmigo, hasta el gusto por los climas fríos está en sintonía :)
Cuando tengo que buscar un alojamiento, y con esto de que Internet nos facilita muchas cosas, lo primero que reviso es si la habitación cuenta con frigobar / heladera / cooler o similar. Por supuesto, que sea limpio, bien ubicado, con un precio que pueda pagar, con wifi... pero si hay donde guardar insulinas, no voy a dudar en darle click a la reserva!
Igual me he quedado en varios (muchos) lugares sin esa posibildad y ahí es donde el ingenio y la buena voluntad del personal juegan un papel importante: porque si el lugar cuenta con un restaurante, cafetería o similar, será cuestión de pedir que nos guarden las insulinas (empaquetadas e identificadas) en sus heladeras y hasta que nos congelen los geles refrigerantes. O, como me pasó el año pasado en Europa, en los hoteles donde no tenía esa posibilidad, aprovechaba el clima fresco y dejaba las insulinas reposando en el alféizar de la ventana... y alguna noche en Orléans tuve que colgarme de cabeza de la ventana porque las lapiceras cayeron al techo del vecino. Ahhh porque somos diabéticos y X-tremos!!!
Para esta fecha, ya tengo mi Historía Clínica a mano, los insumos (x 2) que voy a llevar, me compré una malla porque resulta que no hace frío por aquellos lares y voy a verme en la ¡¡¡terrible obligación!!! de sumergirme en el océano Pacífico para hacer snorkel cual orca asesina, tengo que lavar mis zapatillas cómodas comodísimas y comprar una nueva revista de sudoku... pufff
¡Ya queda menos!
Sweet at last!