miércoles, 26 de noviembre de 2014

Hay un deseo que pido siempre que pasa un tren...


Hace unos días escuchaba la canción que lleva las palabras del título (que no tiene nada que ver con diabetes... o si? No, no creo... bueno, ustedes decidan) y se me ocurrió pensar qué deseo pediría en lo que a diabetes se refiere... 

Como seguramente LA CURA o QUE NO HAYA MÁS DIABETES EN EL MUNDO ya están muy usados como deseo, pensé en algo más cercano a mí y que es lo que más extraño de mi vida A/D: dormir por el dormir mismo, sin horarios, ni alarmas, ni días ni noches, ni comidas ni colaciones, que solamente la vejiga decida -si es que le doy oportunidad-. 

Porque con la alimentación me llevo bastante bien (la balanza tiene sobradas muestras de ello); la actividad física me gusta y la disfruto; no tengo demasiados problemas con el cálculo y la norma; estoy desarrollando una paciencia de monje tibetano con las visitas a médicos, análisis, estudios, salas de espera, recetas, historias clínicas, pedidos de medicamentos, paseos a la farmacia... (¡¡¡ya exploto!!!) pero el sueño... el sueño... Yo creo que Calderón se refería a DORMIR A PATA ANCHA cuando escribió: 

Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

Y al que se le ocurra decir: "Ya vas a dormir cuando estés muerto" lo invito a orar conmigo:

Me iría a contar ovejitas si pudiera... 

Sweet at last!

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